He perdonado errores casi imperdonables. He hecho cosas por impulso. Me he decepcionado con algunas personas y seguramente yo también he decepcionado a otras. Me he reído cuando no podía. He conocido a gente que me ha enseñado la verdadera amistad. He gritado y saltado de felicidad. He llorado escuchando música. He llamado a alguien sólo para escuchar su voz. Me he atontado por una sonrisa. He pensado que iba a morir de tanta nostalgia, y también he tenido miedo de perder a alguien especial. Y aun así, esto es nada comparado con todo lo que me queda por delante.
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